Si la empresa en la que presto mis servicios fuera un equipo de fútbol contaríamos con un entrenador de voleibol que, además, ficharía jugadores que no pasan el balón porque los jugadores restantes no saben meter un gol ni a puerta vacía, varios preparadores físicos titulados en sociología y en gastronomía y un presidente al que le gustaría presidir otros equipos. Y luego la gente se pregunta por qué nuestra empresa no funciona como debería.
Por cierto, yo juego en el centro del campo y podría distribuir mucho juego, pero sólo me dedico a entrenar y no me sacan. Eso sí, cuando me han sacado, el equipo se ha dedicado a lo único que sabe, a jugar al patadón sin pasar por el medio del campo, sin centrocampismo. Así nos va.
lunes, 27 de junio de 2005
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