miércoles, 19 de enero de 2005

Traslados

A petición del numeroso público que diariamente tiene el gusto de acceder a esta bitácora, inauguro una nueva sección dedicada a exponer insensateces, estupideces y demás tonterías que se producen día a día en nuestros alucinantes trabajos. Para ello, vamos a empezar con una historia verídica basada en hechos reales.

Todo empieza con un rumor:
- Correveidile1: Nos mueven.

Minutos más tarde:
- Correveidile2: He oído que nos van mover.

Horas más tarde:
- Responsable (si este está en la oficina, para variar, y además, se da cuenta de que algo pasa, para variar aún más; a varios correveidiles): Parece que hay cierta inquietud porque se oyen cosas referente al traslado de cierta parte de este, nuestro departamento de informática. Yo sólo os puedo decir que no sé nada y que no hay nada decidido todavía.

Con esa habilidad innata a la mayor parte de «jefes» y «responsables», ya sabemos que este miente, puesto que ya sólo habla de «parte del departamento» y está todo decidido. Y se confirman los rumores cuando, parte del departamento de informática tiene que trasladarse, en el mejor de los casos, a otra planta, a otro edificio cercano, o incluso, a un edificio a varios km.

Ahí es cuando empiezan las historias de terror, desmadres e ineficiencias motivadas, en realidad, por una decisión tomada por alguien sin la más mínima idea de lo que conlleva el trabajar en equipo. Y es que, a veces se pregunta uno, como en Desafío Total, si esta es la realidad o una historia paralela porque tanto sinsentido no puede ser posible.

Un equipo de trabajo que participa en un mismo proyecto debería encontrarse lo más cerca posible para poder compartir toda la información. Alistair Cockburn, entre otros, bajo esa influencia estadounidense de medir todo en términos económicos, es capaz incluso de estimar el coste (en función del tiempo perdido) de poner a dos compañeros en plantas separadas. Y el mismísimo Tom de Marco, también dedica mucho espacio al tema en su imprescindible Peopleware.

Creo que todo el mundo debería saber que en ciertos trabajos «creativos», la comunicación es esencial y cómo mejor se obtiene es en el cara a cara. Pretender que esa comunicación a lo largo de todo un proyecto se sustituya con correos electrónicos, documentos, o incluso, llamadas telefónicas es una quimera. Por eso, a veces me da la risa cuando algunos «vendemotos» o iluminados de turno intentan que se realicen subcontratas en otros países, léase la India, Cuba o similar, para programar. Se me saltan las lágrimas, vamos. No quiero cebarme, pero el tiempo en la gestión sube tanto que hace insignificante el ahorro de la subcontratación.

Así que, la próxima vez que os digan que va a moverse parte del departamento de informática o que se va a subcontratar «offshore» un proyecto, esbozad una sonrisa e id buscando un sitio mejor para trabajar porque se aproximan tiempos difíciles.

PS: Dedicado a todos aquellos que, dotados de cierto sentido común, se resisten a perderlo y sobre todo, a imponerlo sobre el resto de las cosas.

0 comentarios: